Al final, un polvo es un polvo. Da igual si quien folla es español, americano, italiano ruso o chino. Se trata de meter la polla en el coño. Eso sí, el arte de hacer una mamada, a las orientales no hay quien las gane. Vaya afán que se de esta japonesa en ponerle la polla dura al novio. Claro, que viendo cómo se le empapa el coño al poco de tener el rabo dentro, normal que le trate con ese cariño.